En la provincia donde llueve literalmente cocaína del cielo, y en el día de ayer, más de 1500 niños participaron de la caminata de concientización contra las drogas. El secretario de Lucha contra las Adicciones, Gustavo Farquarson, encabezó la marcha y aseguró que por parte del Estado, responder tiene que ver con desarrollar estrategias preventivas, dado que el problema no está por venir: ya llegó, ya está instalado. También señaló que una de las fallas fundamentales de esta problemática es la ausencia de políticas en la lucha contra el narcotráfico.
Por Daniel Medina
“La droga te mata; la droga te quema las neuronas”. “No consumas tu vida y la de tu familia”. “Dios te ama, no te destruyas”. “Todos los problemas tienen solución. No te dejes ganar”. “Chicos, ¡¡no se droguen!!” Estas son algunas de las consignas que se pudieron leer en los carteles improvisados por alumnos secundarios en la marcha que ayer a la mañana anegó las calles salteñas para luchar contra la drogadicción.
Encabezada por una murga, y por un chico de no más de ocho años, vestido todo de negro, con una máscara de “la muerte”, un tridente rojo y un cartel identificatorio que decía “Soy la DROGA”, la caminata partió desde la Secretaría de Lucha contra las Adicciones, en calle Rivadavia y terminó con una suelta de globos en la plaza principal.
El grueso de la columna, si bien contó con la participación de funcionarios del gobierno provincial, lo más destacable es que se conformó con más de 1.500 jóvenes, de distintas escuelas, ONGs y hasta chicos de la academia de policía.
En una provincia en la que la droga llueve literalmente del cielo, la problemática de las adicciones se ha vuelto, ahora, insoslayable: cuatro salteños acuden por día a la Secretaría de Lucha contra las Adicciones para ser tratados. Fueron alrededor de 700 en el primer semestre y la mayoría tiene entre 15 y 29 años.
La lucha
Gustavo Farquarson, Secretario de Lucha contra las Adicciones, afirmó que organizaron esta semana una jornada de sensibilización denominada “Juntos Podemos”, para ahondar en el trabajo de concientización de los ciudadanos. Por eso repartieron folletos en la Plazoleta Cuatro Siglos y entablaron diálogos con los interesados, junto a las ONGs con las que vienen desarrollando diversas actividades en materia de prevención y asistencia. “Fue una semana muy positiva. El objetivo era cerrarla con una caminata, a la cual hemos convocado a toda la sociedad, a las escuelas, a los centros vecinales, a la policía, las organizaciones sociales, con la idea de encolumnarnos detrás de un objetivo común, que es vivir en una sociedad mejor, sin drogas, una sociedad sin adicciones”, relató el Secretario.
“Responder tiene que ver con desarrollar estrategias preventivas –sostiene Farquharson-, tanto específicas como inespecíficas, bien delineadas; pero, de modo impostergable, implica también ocuparse fuertemente del aspecto asistencial, dado que el problema no está por venir: ya llegó, ya está instalado.”
El funcionario además realizó un balance de estos casi dos años de gestión en una Secretaría que fue creada recién con la nueva Ley de Ministerios, vigente desde el 11 de diciembre de 2007. La Secretaría fue pensada para que el Estado Provincial diseñe, coordine, ejecute y supervise las diversas acciones referidas a la prevención y la asistencia de las adicciones. Además, esta Secretaría cubre los costos de los tratamientos, lo cual tiene un doble alcance: beneficia a los afectados por la problemática en tanto les permite el acceso a un proceso terapéutico que no podrían costear (sólo el 4,9% de las consultas desde que existe el organismo corresponde a personas con cobertura de obra social), a la vez que vuelve viable el sostenimiento de las instituciones dedicadas a esta tarea.
Con el gobierno anterior, sólo existía una sola institución, no gubernamental, de tratamiento de adicciones en toda la provincia, por lo que la capacidad de cobertura de la demanda de atención era decididamente reducida. Al igual que en los 90’, el Estado salteño estaba ausente. “La existencia de una Secretaría de Lucha contra las Adicciones, por el contrario, vehiculizó la apertura de un debate que estaba aletargado en la opinión pública, que casi no figuraba en la agenda de los medios y, sobre todo, tomó la asistencia de los adictos como una responsabilidad que puede compartirse y articularse con diferentes actores sociales pero, en modo alguno, dejar de tener al Estado como organizador y referente principal”, expresó Farquarson.
La semilla del mal
“Una de las fallas fundamentales de esta problemática es ausencia de políticas en la lucha contra el narcotráfico”, dijo el Secretario de Lucha contra las Adicciones. El Jefe de División Drogas Peligrosas de la policía de la provincia, Simon Pistán, quien dispuso de personal para integrar la marcha de ayer, dijo que la presencia de miembros de la fuerza es una manifestación de apoyo a la lucha contra el flagelo de las drogas.
El tema del narcotráfico ocupa en estos días los principales espacios de los medios de comunicación de Salta. Los operativos, con puestas en escenas recargadas, definitivamente cinematográficas, han recibido el apoyo de la población, pero al mismo tiempo han despertado otra pregunta: ¿Por qué recién ahora se preocupan por el narcotráfico?
Datos Calientes
El tráfico y el consumo de estupefacientes se han disparado exponencialmente en estos últimos años en todo el país.
El último estudio a fondo realizado por la SEDRONAR da cuenta de una realidad alarmante. El 73% de las personas consume alcohol, el 51% tabaco, el 16% marihuana y casi el 8% cocaína. El 1.8% de la población encuestada manifestó haber consumido alguna vez hashis; el 1.6%, alucinógenos; el 1.4%, éxtasis; el 1.2%, solventes o sustancias inhalables y el 1%, pasta base-paco. Heroína, opio, morfina y ketamina, tienen prevalencia de vida inferiores al 0.5% de la población bajo estudio.
La edad promedio de inicio en el consumo de marihuana se ubica entre los 17 y 18 años sin diferencias entre las regiones. El estudio revela asimismo que el consumo de pasta base presenta edades promedios de inicio en el consumo muy diferentes según las regiones: mientras en el NEA se ubica en los 14 años, en el NOA es a los 16 años; en el Área Metropolitana y Pampeana, a los 18 años y en Cuyo y la Patagonia, a los 21 años.
En cuanto al consumo de pasta base o “paco”, de las 85 mil personas que confesaron en el país haber consumido, el 6.4% dijo que el uso fue experimental, mensual para el 22.9% y semanal para el 37.7%. El 12.7% de los usuarios tuvieron consumo diario de pasta base. Lo peor de todo es que los estudios sobre pasta base son del 2006 y el mismo Farquharson manifestó que el crecimiento de consumo de esta sustancia es insoslayable: casi el 80% de los casos que atienden en la Secretaría tienen que ver con esto.
El índice de vulnerabilidad es fundamental para poder proyectar cómo se dispararán los índices de consumo. En el NOA, a uno de cada dos habitantes le resulta fácil conseguir marihuana. Este índice sólo es superado por Capital Federal. El 41.6% de la población dijo tener amigos o familiares que se emborrachan; el 28.6% manifestó tener amigos o familiares que consumen drogas como marihuana y cocaína, entre otras. Desde luego, esto se asocia a una mayor tasa de consumo para todas las sustancias.
Siguiendo con la misma encuesta, la misma reveló que al 28.4% de la población le ofrecieron drogas. La oferta de marihuana alcanzó al 95.2% de este total; la de cocaína, al 56.3%; la de pasta base o paco, al 24.6% y la de éxtasis, al 24%. La población ha recibido, en los últimos treinta días, más oferta de marihuana y cocaína que de pasta base y éxtasis. Y la oferta reciente o la ocurrida durante el último año, es del 41.6% de marihuana, 23.3% de cocaína, 12.7% de pasta base o paco y 11.3% de éxtasis.
Como respuesta, en Salta, los lugares donde tratar estas patologías creció de manera importante, con los propios programas estatales (Puente, Puente Norte – Tartagal, Centro de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Orán, Unidad de Acompañamiento Nocturno y el Centro de Rehabilitación Integral, próximo a inaugurarse), que antes no existían, más los que brindan algunas ONGs, que, salvo Betania –fundada a mediados de los ochenta– tampoco existían, ya que, entre otras cosas, es imposible sostener un emprendimiento institucional en el cual el 95 por ciento de los beneficiarios no puede pagar por los servicios recibidos. A la fecha, son tres las ONGs con las cuales la Secretaría de Lucha contra las Adicciones mantiene convenios prestacionales para la atención de adictos.
Encabezada por una murga, y por un chico de no más de ocho años, vestido todo de negro, con una máscara de “la muerte”, un tridente rojo y un cartel identificatorio que decía “Soy la DROGA”, la caminata partió desde la Secretaría de Lucha contra las Adicciones, en calle Rivadavia y terminó con una suelta de globos en la plaza principal.
El grueso de la columna, si bien contó con la participación de funcionarios del gobierno provincial, lo más destacable es que se conformó con más de 1.500 jóvenes, de distintas escuelas, ONGs y hasta chicos de la academia de policía.
En una provincia en la que la droga llueve literalmente del cielo, la problemática de las adicciones se ha vuelto, ahora, insoslayable: cuatro salteños acuden por día a la Secretaría de Lucha contra las Adicciones para ser tratados. Fueron alrededor de 700 en el primer semestre y la mayoría tiene entre 15 y 29 años.
La lucha
Gustavo Farquarson, Secretario de Lucha contra las Adicciones, afirmó que organizaron esta semana una jornada de sensibilización denominada “Juntos Podemos”, para ahondar en el trabajo de concientización de los ciudadanos. Por eso repartieron folletos en la Plazoleta Cuatro Siglos y entablaron diálogos con los interesados, junto a las ONGs con las que vienen desarrollando diversas actividades en materia de prevención y asistencia. “Fue una semana muy positiva. El objetivo era cerrarla con una caminata, a la cual hemos convocado a toda la sociedad, a las escuelas, a los centros vecinales, a la policía, las organizaciones sociales, con la idea de encolumnarnos detrás de un objetivo común, que es vivir en una sociedad mejor, sin drogas, una sociedad sin adicciones”, relató el Secretario.
“Responder tiene que ver con desarrollar estrategias preventivas –sostiene Farquharson-, tanto específicas como inespecíficas, bien delineadas; pero, de modo impostergable, implica también ocuparse fuertemente del aspecto asistencial, dado que el problema no está por venir: ya llegó, ya está instalado.”
El funcionario además realizó un balance de estos casi dos años de gestión en una Secretaría que fue creada recién con la nueva Ley de Ministerios, vigente desde el 11 de diciembre de 2007. La Secretaría fue pensada para que el Estado Provincial diseñe, coordine, ejecute y supervise las diversas acciones referidas a la prevención y la asistencia de las adicciones. Además, esta Secretaría cubre los costos de los tratamientos, lo cual tiene un doble alcance: beneficia a los afectados por la problemática en tanto les permite el acceso a un proceso terapéutico que no podrían costear (sólo el 4,9% de las consultas desde que existe el organismo corresponde a personas con cobertura de obra social), a la vez que vuelve viable el sostenimiento de las instituciones dedicadas a esta tarea.
Con el gobierno anterior, sólo existía una sola institución, no gubernamental, de tratamiento de adicciones en toda la provincia, por lo que la capacidad de cobertura de la demanda de atención era decididamente reducida. Al igual que en los 90’, el Estado salteño estaba ausente. “La existencia de una Secretaría de Lucha contra las Adicciones, por el contrario, vehiculizó la apertura de un debate que estaba aletargado en la opinión pública, que casi no figuraba en la agenda de los medios y, sobre todo, tomó la asistencia de los adictos como una responsabilidad que puede compartirse y articularse con diferentes actores sociales pero, en modo alguno, dejar de tener al Estado como organizador y referente principal”, expresó Farquarson.
La semilla del mal
“Una de las fallas fundamentales de esta problemática es ausencia de políticas en la lucha contra el narcotráfico”, dijo el Secretario de Lucha contra las Adicciones. El Jefe de División Drogas Peligrosas de la policía de la provincia, Simon Pistán, quien dispuso de personal para integrar la marcha de ayer, dijo que la presencia de miembros de la fuerza es una manifestación de apoyo a la lucha contra el flagelo de las drogas.
El tema del narcotráfico ocupa en estos días los principales espacios de los medios de comunicación de Salta. Los operativos, con puestas en escenas recargadas, definitivamente cinematográficas, han recibido el apoyo de la población, pero al mismo tiempo han despertado otra pregunta: ¿Por qué recién ahora se preocupan por el narcotráfico?
Datos Calientes
El tráfico y el consumo de estupefacientes se han disparado exponencialmente en estos últimos años en todo el país.
El último estudio a fondo realizado por la SEDRONAR da cuenta de una realidad alarmante. El 73% de las personas consume alcohol, el 51% tabaco, el 16% marihuana y casi el 8% cocaína. El 1.8% de la población encuestada manifestó haber consumido alguna vez hashis; el 1.6%, alucinógenos; el 1.4%, éxtasis; el 1.2%, solventes o sustancias inhalables y el 1%, pasta base-paco. Heroína, opio, morfina y ketamina, tienen prevalencia de vida inferiores al 0.5% de la población bajo estudio.
La edad promedio de inicio en el consumo de marihuana se ubica entre los 17 y 18 años sin diferencias entre las regiones. El estudio revela asimismo que el consumo de pasta base presenta edades promedios de inicio en el consumo muy diferentes según las regiones: mientras en el NEA se ubica en los 14 años, en el NOA es a los 16 años; en el Área Metropolitana y Pampeana, a los 18 años y en Cuyo y la Patagonia, a los 21 años.
En cuanto al consumo de pasta base o “paco”, de las 85 mil personas que confesaron en el país haber consumido, el 6.4% dijo que el uso fue experimental, mensual para el 22.9% y semanal para el 37.7%. El 12.7% de los usuarios tuvieron consumo diario de pasta base. Lo peor de todo es que los estudios sobre pasta base son del 2006 y el mismo Farquharson manifestó que el crecimiento de consumo de esta sustancia es insoslayable: casi el 80% de los casos que atienden en la Secretaría tienen que ver con esto.
El índice de vulnerabilidad es fundamental para poder proyectar cómo se dispararán los índices de consumo. En el NOA, a uno de cada dos habitantes le resulta fácil conseguir marihuana. Este índice sólo es superado por Capital Federal. El 41.6% de la población dijo tener amigos o familiares que se emborrachan; el 28.6% manifestó tener amigos o familiares que consumen drogas como marihuana y cocaína, entre otras. Desde luego, esto se asocia a una mayor tasa de consumo para todas las sustancias.
Siguiendo con la misma encuesta, la misma reveló que al 28.4% de la población le ofrecieron drogas. La oferta de marihuana alcanzó al 95.2% de este total; la de cocaína, al 56.3%; la de pasta base o paco, al 24.6% y la de éxtasis, al 24%. La población ha recibido, en los últimos treinta días, más oferta de marihuana y cocaína que de pasta base y éxtasis. Y la oferta reciente o la ocurrida durante el último año, es del 41.6% de marihuana, 23.3% de cocaína, 12.7% de pasta base o paco y 11.3% de éxtasis.
Como respuesta, en Salta, los lugares donde tratar estas patologías creció de manera importante, con los propios programas estatales (Puente, Puente Norte – Tartagal, Centro de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Orán, Unidad de Acompañamiento Nocturno y el Centro de Rehabilitación Integral, próximo a inaugurarse), que antes no existían, más los que brindan algunas ONGs, que, salvo Betania –fundada a mediados de los ochenta– tampoco existían, ya que, entre otras cosas, es imposible sostener un emprendimiento institucional en el cual el 95 por ciento de los beneficiarios no puede pagar por los servicios recibidos. A la fecha, son tres las ONGs con las cuales la Secretaría de Lucha contra las Adicciones mantiene convenios prestacionales para la atención de adictos.
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