lunes, 21 de diciembre de 2009

El hambre más urgente






Nutrivida

Trabajar por los pobres y luchar contra la desnutrición son cuestiones de Estado que Juan Manuel Urtubey dice encarar, aunque entre los suyos hay quienes, al parecer, no entendieron muy bien la consigna. Desde hace dos meses que hay en la provincia 40.000 “niños en riesgo nutricional” que no reciben su refuerzo alimentario. Los motivos no se explican, pero entre Desarrollo Humano y Finanzas hay una maraña que afecta a este importante sector de niños salteños.


Por R.E.

El año 2009 está cerrando con algunas contradicciones en la gestión del Gobierno de la provincia, más específicamente en el área que conduce el ministro lechero Claudio Mastrandrea. Además de no haber aclarado aún cómo fue que se decidió reforzar la alimentación de algunos niños de la provincia con leche en polvo no apta para el consumo, hoy tiene que dar explicaciones del por qué vienen atrasados con los bolsones alimentarios llamados “Nutrivida”, que no se entregan desde finales de octubre a pesar de que deben repartirse de manera mensual. La primera conclusión a la que se arriba es sobre el desencuentro entre el discurso del Gobernador y las políticas aplicadas desde esa cartera ministerial, Desarrollo Humano.

Los enunciados

Juan Manuel Urtubey, en la apertura de la asamblea legislativa de este año, y en el mini acto aniversario por los dos primeros años de su gestión, resaltó que se está trabajando para bajar los índices de desnutrición en la provincia; algo largamente reclamado a la anterior gestión que tenía y escondía sus elevados índices de chicos desnutridos.
Uno de los pilares que sostiene el combate contra la desnutrición fue la puesta “en marcha del Programa Nutrivida para refuerzo alimentario de 40.000 niños en riesgo nutricional”, según se puede leer en el cuadernillo en el que se plasmaron todos los actos de Gobierno de estos dos años, y que fuera entregado en el Centro Cívico Grand Bourg el 10 de diciembre pasado al finalizar el discurso del primer mandatario provincial.
Las fuentes consultadas, sin embargo, confirman la falta de entrega de este “refuerzo alimentario” desde hace dos meses. Las causas: la falta de stock de los bolsones que se atribuye, simplemente, a la falta de compra de los mismos, algo que respondería a complicaciones con los fondos a raíz de que las prioridades no parecen ser las que se dicen que son, sino las que manda la billetera.

Intruso web


Una búsqueda en el boletín oficial de la provincia nos confirma aún más esta versión, por cuanto en la sección avisos sólo aparecen publicadas dos licitaciones en el año 2009 para adquirir bolsones destinados a este programa. La primera es de 80.000 módulos, y la segunda, de 40.000, lo cual supone que se licitó la compra de 120.000 bolsones, que alcanza para tres meses. El primer aviso fue publicado el pasado 3 de marzo (Boletín Oficial Nº 18.060) para la adquisición de “80.000 Módulos Alimentarios Nutrivida con distribución”, con destino a la Secretaría de Abordaje Territorial y por un monto oficial de $3.132.000; la segunda licitación fue publicada en el Boletín Oficial Nº 18.158 del 31 de julio de 2009 para la “adquisición de 40.000 Módulos Alimentarios Nutrivida”, con destino a la misma Secretaría y por un monto de $1.600.000.
Un capítulo aparte merece la diferencia en el precio de ambas licitaciones: en la primera, cada módulo costaba $39.15, en la segunda (unos cuatro meses más tarde), cada módulo costó $40; quizás la inflación tuvo sus influencias.

Parodi inculpado

La fuente ministerial consultada explicó que el proceso de licitación es un tanto enredado, por cuanto el pedido debe hacerlo un Secretario; dentro del Ministerio debe seguir una serie de pasos administrativos hasta que es el propio Ministro quien autoriza la compra, aunque no sería él quien tenga la última palabra por existir un organismo, la Unidad Central de Contrataciones, que dispone en este caso que la licitación se lleve a cabo, mientras los fondos que abonan al proveedor son girados por el Ministerio de Finanzas, a cargo de Carlos Parodi. Al parecer, sería allí donde nace el problema del efectivo.
Según parece, los que tienen en custodia el dinero de la provincia no dimensionaron la verdadera importancia de este programa y los fondos que envía Nación para el mismo estarían siendo destinados a la recarga mensual de la Tarjeta Social.
Por lo que se sabe, Nación aporta la mitad de los fondos para llevar a cabo la ejecución de la Tarjeta Social y también la mitad de los fondos para poder entregar todos los meses ese “refuerzo alimentario de 40.000 niños en riesgo nutricional”. La deuda con los chicos en riesgo nutricional tendría que ver con que el aporte nacional del Nutrivida es puesto a disposición de la Tarjeta Social, con lo que la provincia se ahorra el gasto de darle de comer a los desnutridos y la Nación financia el 100% de la Tarjeta Social.
Esta versión bien podría ser confirmada por el mismo ministro Mastrandrea, quizás con otras palabras cuando, hablando de la asignación universal por hijo y sus compatibilidades, declaró que “muchos de los que tienen el beneficio de la Tarjeta Social tienen hijos a cargo y aparentemente no han recibido la asignación por hijo. Digo aparentemente porque el ANSES lo está chequeando. Vamos a ver cómo evoluciona este tema. Seguramente estas personas van a estar con la asignación por hijo y nosotros vamos a tener recursos para otro tipo de programas sociales”. Lo que en apariencia querría decir que los recursos que queden sin usarse en los beneficiarios de la Tarjeta Social bien podrían ser utilizados para darle efectivo cumplimiento al Nutrivida.

Buscando el giro

El mismo 10 de diciembre, Mastrandrea contestó a la requisitoria periodística de Canal 9, afirmando que hay un proyecto de “reemplazar el Nutrivida, que se están distribuyendo normalmente en la provincia para la atención de los chicos y la prevención de la desnutrición”. El periodista no le había consultado por el retraso en la distribución de estos bolsones, pero por las dudas el Ministro abrió el paraguas y, lisa y llanamente, faltó a la verdad, porque para esa fecha no se estaba distribuyendo normalmente el Nutrivida. Las declaraciones parecen confirmar, sin embargo, que recursos de algunos programas sirven en realidad para otros y que gracias a la ANSES y las asignaciones universales, en el 2010 se podría contar con el alimento mensual que los niños en riesgo nutricional precisan.
Mientras tanto, el 2009 cierra con un déficit que se aleja de la premisa marcada dos años atrás por un gobierno que prometió cambiar aquellas cosas que había que cambiar, y una de ellas era la desinversión en materia social que profundizó año a año la gestión del actual Senador Nacional.
Conviene recordar un párrafo de Urtubey en el acto aniversario: “Yo he tomado una decisión, dejando casi todo, que es trabajar por los salteños y fundamentalmente por los que menos tienen”. Esa es justamente la decisión que parecen no haber tomado algunos ministros, que no obran de acuerdo a la decisión de vida que dice haber tomado quien los puso al frente de las responsabilidades que omiten cumplir.

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